se trata de una pieza de gran valor, por el trabajo que llevó realizarlo, por los años que lleva prestando servicio , por el valor sentimental, y por el esfuerzo que ha costado restaurarlo.
El milagro ha sido cosa de Encarna Bravo, que cuando vió este mantel ya desechado para el uso y esperando ser incinerado, se atrevió a comenzar la gran labor que ha consistido en:
1 recorte de todas las puntillas, escudo y dibujos del antiguo mantel.
2 Eliminación de manchas de óxido etc
2 aplicación con alfileres sobre la nueva tela.
3 fijación con hilo de todas las piezas sobre la nueva tela.
4 recorte de todos los huecos en la nueva tela
5 cosido definitivo en la nueva tela.
6 Lavado y planchado.
El resultado es el que veis en las fotografías. De nuevo se nos olvidó fotografiar el estado anterior.
Gracias Encarna por tantas y tantas horas dedicadas. Que el Santo Cristo te lo pague.
El mantel ha sido adaptado para su uso en el nuevo altar de la capilla de diario. |