VI Encuentro de Infancia Misionera de los países del Mediterráneo y Este de Europa

VI Encuentro de Infancia Misionera de los países del Mediterráneo y Este de Europa

El pasado sábado, día 10 de noviembre dio comienzo el VI Encuentro de Infancia Misionera para los países del este y los países mediterráneos. Este tipo de encuentros nació para compartir experiencias sobre la animación misionera con los niños y reflexionar juntos sobre las actividades propias de esta Obra Pontificia. La experiencia ha sido tan rica que el número de países participantes ha pasado de los seis que acudieron a la primera convocatoria a los 19 que están presentes en este sexto encuentro. Unas 50 personas se han dado cita en esta ciudad histórica y zarandeada por los terremotos y la guerra. Una de las primeras lecciones que los representantes de Infancia han aprendido en Dubrovnik (Croacia) es cómo es posible restaurar una ciudad en 15 años, después de haber sufrido los zarpazos de la guerra; cómo es posible ahogar el mal con el bien, el perdón y la reconciliación. Asisten al encuentro sacerdotes, jóvenes, religiosos y religiosas, matrimonios... todos aquellos que colaboran con los niños en Infancia Misionera. Proceden de República Checa, Israel, Malta, Polonia, Líbano, Eslovaquia, Alemania, Turquía, España, Bosnia-Herzegovina, Egipto, Italia, Francia, Inglaterra, Eslovenia, Croacia, Bélgica, Grecia y Siria. 19 países en total.

Las sesiones de trabajo se inician con la presentación de cada delegación. Llama la atención el comprobar cómo en la mesa de trabajo se encuentran representantes de Siria e Israel, de Grecia e Inglaterra, Croacia y Bosnia, Egipto y España. Todos fundidos en una única intención: buscar caminos para difundir y afianzar la larga vida y sobrada experiencia de la Infancia Misionera. El acto inaugural tiene lugar en la catedral con la celebración de la Eucaristía presidida por el obispo de la diócesis de Dubrovnik, Mons. Zelimir Puljie.

España ha estado representada por dos miembros del Secretariado de Infancia Misionera, Jesús María Peña y José Joaquín Tárraga, directores diocesanos de las Obras Misionales Pontificias en Logroño y Albacete respectivamente. Les acompaña Anastasio Gil, subdirector de las OMP, a quien han encomendado una ponencia sobre la "Dimensión misionera en la catequesis".

La segunda jornada del VI encuentro de Infancia Misionera de los países del este y del mediterráneo comienza con la celebración de la Eucaristía presidida por Mons. Slobodan Stambuk, obispo presidente de la Comisión Episcopal de Misiones. La sesión ha comenzado con la intervención del padre Patricio Byrne, Secretario General de la Obra Pontificia de la Infancia Misionera, quien ha leído el discurso que tuvo en la Asamblea extraordinaria de las Obras Misionales Pontificias. Se ha referido con agradecimiento a la carta que Benedicto XVI escribió a los niños de Austria y que ha sido reproducida en la primera página de la revista Illuminare, de las OMP de España, con motivo de la próxima Jornada de Infancia Misionera. María Teresa Crescine ha comentado cada uno de los seis artículos del estatuto referidos a la Infancia Misionera, subrayando el carácter eminentemente educativo y de servicio a la diócesis en la que está institucionalizada la Infancia Misionera. Los delegados nacionales han agradecido estas reflexiones sobre la naturaleza eclesial de esta Obra Pontificia.

Anastasio Gil, subdirector de las OMP de España, desarrolla la conferencia teológico-pastoral sobre la "Dimensión misionera de la catequesis". Su intervención ha concluido con el deseo de que la tarea educativa de la Infancia Misionera se inserte en la catequesis de iniciación cristiana que se realiza en las diócesis. Un apasionado coloquio entre los asistentes ha servido para reforzar la convicción de que el carisma fundacional de la Infancia Misionera es esencialmente educativo y formativo.

Las dos sesiones de la tarde se emplean para que la República Checa, Tierra Santa, Malta, Polonia, Líbano y Eslovenia presenten la experiencia de su labor con Infancia Misionera. De esta relación de actividades destaca la fuerza con que se trabaja en países como Tierra Santa o el Líbano y la respuesta generosa de los niños y familias en los países en los que esta Obra Pontificia apenas ha empezado a funcionar, como es el caso de la República Checa o Eslovaquia. En la mayoría de estos países es común el trabajo que se realiza en la escuela o la multitudinaria respuesta a encuentros o congresos con niños del país. En definitiva, ha sido una tarde gozosa por la vitalidad de esta iniciativa misionera con los niños.

Aquella iniciativa que nació hace más de 160 años cada día está más vigorosa y está prestando un gran servicio al compromiso de la Iglesia local para iniciar a sus bautizados más pequeños a la fe y a la vida cristiana.

La tercera jornada del VI Encuentro de Infancia Misionera de países del Este y del Mediterráneo está dedicada a la exposición por parte de los países participantes de su trabajo de animación, formación y cooperación de Infancia Misionera. Destacaron en sus exposiciones los países que trabajan sin medios y en unos entornos sociales y religiosos muy poco favorables. No obstante, sus testimonios son conmovedores y pletóricos de esperanza. Abre el turno Turquía por medio de una joven italiana que trabaja en la ciudad de Antioquía. La religión está controlada por el estado y, por tanto, todo hay que hacerlo en el interior de la iglesia. En Turquía sólo el 0,1% es cristiano (unas 120.000 personas). De ellos, una minoría es católica. La muerte martirial del padre Andrea y de los tres laicos protestantes está haciendo cada día más difícil la vida de los cristianos en este país. Sin embargo, organizan la Jornada del DOMUND y de Infancia Misionera con sus correspondientes colectas.

Bosnia-Herzegovina y Croacia son dos países muy parecidos en cuanto a su realidad eclesial. Los católicos superan el 50% de la población. Están saliendo con coraje de los años de una guerra fraticida y sin sentido. La atención a la animación misionera en estos países es espectacular cooperando significativamente con proyectos pastorales en África. En esta misma situación se encuentran Eslovenia con proyectos en Madagascar y numerosas actividades con los niños de Infancia Misionera.

Una religiosa argentina es la responsable de Infancia Misionera en Egipto, donde sólo el 3% de la población es cristiana. Su principal labor es hacer presente en la animación misionera la universalidad de la Iglesia. Cabe destacar su cooperación con proyectos en Haití y la celebración de la Jornada anual de Infancia Misionera.

De milagro ha sido considerada la presencia de dos jóvenes y una religiosa representando a Siria. Han sido tantas las dificultades para su presencia que a punto estuvieron de no poder asistir. Su testimonio ha sido esperanzador al relatar con qué ilusión han inaugurado la sede de las OMP con la certeza de que será el gran instrumento para hacer de Siria un país misionero. La hucha del compartir de España la han adaptado a su campaña de animación.

El resto de las representaciones han comunicado alguna de sus últimas novedades. Alemania con el empuje de los "tres reyes magos" que recaudan más de 30 millones de euros. España con el conjunto de las cuatro jornadas centradas en los sentidos y con las novedades del itinerario, el pasaporte y el libro de oraciones para los niños. La Asamblea se alegró del premio Bravo para Gesto, revista conocida en Europa. Francia, Bélgica e Inglaterra con el deseo de seguir empujando Infancia Misionera a través de sus equipos de trabajo. Estos tres países es la primera vez que participan y no será la última. Cerró la presentación Italia con la nueva estructura de las OMP incorporada a la Fundación Missio con sede en la Conferencia Episcopal Italiana.

El Encuentro pasaba a la discusión de los asuntos más importantes para seguir avanzando en un trabajo conjunto y complementario.