Felices Fiestas o Feliz Navidad

Llega la Navidad. Luces en las calles, Papa Noel en los balcones. Tarjetas de Navidad... Y también los mejores deseos para todos.

Llevo unos años observando cómo muchos de los deseos para estos días son: “Felices Fiestas”. Un deseo que es puesto por muchas administraciones, empresas e instituciones que no quieren reflejar en ningún momento un guiño a lo religioso.

Desear felices fiestas es desear algo sin motivo aparente, unas fiestas vacías, unas fiestas que podrían ser comienzo de año, día libre del trabajo,... Este deseo es cada vez más extendido. Fiestas podría ser un tiempo en el que compramos sin parar, echamos a la lotería para ver si nos cambia la vida.

Sin embargo, el desear una feliz Navidad, es hablar del Nacimiento del Salvador. Es creer en un tiempo nuevo y en una esperanza nueva. Es confiar en Jesús de Nazaret. Es celebrar que Dios se ha hecho carne.

La Navidad ha perdido terreno... La familia se junta menos pues son muchos los jóvenes que ya organizan viajes durante los días de Navidad; la Nochebuena se ha convertido en una noche más de juerga antesala de la Nochevieja; se regala para Papa Noel o, en muchos casos, ahora regala el Amigo Invisible... Lo bueno es que la gente ya se está cansando de tanta fiesta vacía y son cada año más los que desean una vuelta a la verdadera Navidad.

Felices fiestas nos habla más de jolgorio y vacaciones. La Navidad habla más de amistad, deseos de cambiar, solidaridad, compartir, familia,...

Es tiempo de recuperar la Navidad. La verdadera Navidad. A todos: ¡Feliz Navidad!

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