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El alcalde de Peñas de San Pedro, Antonio Serrano, anunció ayer que la Corporación que preside ya ha puesto en marcha un plan cuyo objetivo es mantener y, si es posible, incrementar el número de habitantes de su Ayuntamiento, especialmente los más jóvenes.
Entre otras medidas, se contemplan ayudas de entre 1.500 a 3.000 euros por nacimiento o adopción de un hijo, a repartir en un período de cinco años; ayudas al material escolar, exenciones del 100% del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de entre 10 y 20 años para quienes adquieran o construyan una vivienda en el pueblo. «Evidentemente, estas ayudas están sometidas a ciertas condiciones -explicó Serrano- pues, por ejemplo, las ayudas por nacimiento o adopción de un hijo se condicionan a que el hijo o hija se escolarice en nuestro Colegio Público, el Hermanos Rueda».
De esta forma, aclaró, se quiere luchar contra un problema al que se han enfrentado con mucha frecuencia los pueblos pequeños, especialmente los que están cerca de la ciudad de Albacete, el de las familias que están oficialmente empadronadas en la localidad pero que, al final, hacen la vida en la gran ciudad. «Hay que entender que, en esta provincia, el 75% de la población vive en ocho municipios -describió- mientras que el 25% se reparte entre los 79 restantes; estos últimos, pequeños pueblos, han hecho un enorme esfuerzo para dotarse de infraestructuras que, al final, sólo se usan los fines de semana».
Por este motivo, las ayudas se condicionan al establecimiento efectivo de nuevos habitantes, especialmente familias con niños de corta edad, de forma permanente, aunque luego desarrollen sus respectivas actividades profesionales en la gran ciudad.
Estas medidas también van acompañadas de otras que se orientan al mantenimiento de la actividad económica, como por ejemplo la creación de una línea de créditos, al cero por ciento de interés durante el primer año, y de hasta 7.000 euros por cada trabajador, para las empresas que se creen con, al menos, tres trabajadores nuevos en su plantilla, sea por cuenta propia o ajena.
Preguntado por la financiación de estas medidas, indicó que la mayoría supondrán un coste reducido e, incluso, un balance positivo para las arcas locales «porque si no hay población, los ingresos que llegan del estado se recortan y, si no hay construcción de nuevos pisos, tampoco hay ingresos por IBI o actividades económicas, sin habitantes, no puede haber ingresos, es como una especie de círculo vicioso».
Serrano señaló que estas ayudas se ponen en marcha por un cierto «hartazgo» ante la maraña de ayudas, subvenciones y programas europeos, nacionales, autónomicos que buscan frenar el despoblamiento rural «y que van cada uno por su cuenta; más nos valdría a todos tener unos pocos programas y ayudas, bien claros y bien respaldados económicamente, en vez de este aluvión de siglas y proyectos que, al final, sólo sirven para crear puestos de trabajo administrativos».
