• José Joaquín

Por San José... Día del Seminario

Por San José... Día del Seminario

Hace unos días me llegó una carta desde el Seminario diciendo que convocan a los monaguillos y jóvenes de toda la diócesis y de la Parroquia a un encuentro en Alcaraz.

Es en este momento cuando me viene a mi memoria mis años como formador del Seminario. Años donde comenzamos el grupo Samuel y en los encuentros de monaguillos los peñeros eran legión.

Acto seguido ¡zas! a mi memoria me viene como con el paso del tiempo baja el número de participantes peñeros y mis llamadas al cura diciendo que era bueno que participaran y que vinieran porque los encuentros estaban muy bien y verdaderamente les gustaba.

¡Sorpresa! Nuevo cura a Peñas y precisamente me mandan a mí. Llego a este pueblo y a esta parroquia llena de buenos monaguillos y de jóvenes con sensibilidad religiosa gracias a las recordadas Hermanas de Peñas y de los buenos curas que han tenido.

Aquí llegaba el nuevo cura desde el Seminario. Lágrimas en el adiós y mucha ilusión en la nueva tarea a emprender. ¡Cómo se recuerdan los buenos momentos del Seminario una vez que estás en la brecha de los pueblos!

Peñas, con la llegada del nuevo cura, no podía faltar a los encuentros organizados por el Seminario. ¡Cómo iban a faltar! Además nuestro paisano Juan está entre los que organiza.

Pero la cosa cambia, pasan los años ¡Ya ocho! y llevamos años sin tener presencia en los encuentros del Seminario. Los sábados hay fútbol y como somos pocos si falta uno, el equipo se desequilibra.

Se comenta en el ambiente que han eliminado de la liga a los nuestros, (dentro de mí dos sentimientos: uno de lástima por lo que nos une en los colores del club y otro de alegría, a ver si ahora que no hay fútbol se apuntan a los encuentros del Seminario). Pero ni con esas.

Cambian el nombre del Grupo Samuel por el encuentro de monaguillos y aqui nos viene el dilema. (Seguro que las monaguillas se rebelan) Pero... habrá que seguir proponiendo...

Y allá que llega el cura repartiendo papeles y autorizaciones y..., lo curioso, es que la gente lo coge con gusto y con agrado pero... a la hora de apuntarse... 0 patatero.

¡Qué triste es recordar esos años de formador de Seminario pidiendo a los curas que propusieran a su gente los encuentros vocacionales, llamando personalmente al cura de Peñas para que enviara a los buenos muchachos peñeros!. Es triste recordar que ahora, siendo yo el propio cura de Peñas, no logre animar a ninguno de los buenos chavales de nuestro pueblo. Es triste, muy triste.