En tu Declaración de la Renta marca la ´X´en la casilla de la Iglesia

En tu Declaración de la Renta marca la ´X´en la casilla de la Iglesia

El Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia, de la Conferencia Episcopal Española (CEE), ha puesto en marcha la Campaña de la Renta 2010 con el objetivo de animar a los católicos y a todas las personas que aprecien la labor de la Iglesia, a marcar la X en la Declaración de la Renta.

Desde 2008, el sostenimiento de la Iglesia depende exclusivamente de los católicos y todas aquellas personas, que reconocen la labor de la Iglesia. Quienes libremente quieran hacerlo pueden marcar la casilla de la Iglesia Católica en su Declaración de la Renta.

Un 0,7 por ciento de sus impuestos se dedicarán así, sin coste adicional para el contribuyente, a la ingente labor que la Iglesia desarrolla. Este sencillo gesto no le supone a nadie ni pagar más, ni que le devuelvan menos y, además, en esas mismas condiciones, se puede marcar también, al mismo tiempo, la casilla a favor de “Otros fines sociales”.

La Iglesia ayuda a los más necesitados de la sociedad: sin techo, familias rotas y desestructuradas, inmigrantes, ancianos, enfermos, etc. Estas actividades son realizadas en su mayoría por personas que entregan su vida a los demás. Los sacerdotes y los agentes de pastoral, que están al servicio de la comunidad cristiana, desempeñan, una labor discreta y muchas veces ignorada que construye el bien común de la sociedad.

La Iglesia está presente en los acontecimientos más importantes de la vida, acompañando a las personas que se acercan a Dios en los momentos más importantes de la existencia humana: en los felices (matrimonio, bautismo, confirmación) y también en los dolorosos (pecado, enfermedad, muerte). Por la Iglesia, el Dios del Amor, visible en Jesucristo, se acerca a cada uno para darle sentido y esperanza.

La Iglesia contribuye al desarrollo cultural y educativo de sus miembros, así como al crecimiento de la persona con múltiples iniciativas y centros de educación y enseñanza. Los misioneros de la Iglesia Católica, repartidos por todo el mundo, predican el Evangelio de Jesucristo. Es precisamente la experiencia del Amor de Dios, que viven y predican, la que les lleva a reconocer en el prójimo el rostro de Cristo, de manera particular en los más necesitados.

A menudo reconocemos el testimonio heroico de misioneros que mantienen su compromiso con hombres y mujeres de zonas que viven situaciones de guerra y extrema dificultad: hambrunas, persecuciones, etc. y que, en ocasiones, ponen en peligro su vida por llevar a cabo su misión. La vida de la Iglesia como comunidad cristiana da lugar a múltiples asociaciones y a un amplio voluntariado que promueve actividades sociales tanto de ámbito religioso (movimientos apostólicos y cofradías) como civil.

A TODO ESTO CONTRIBUYES CUANDO PONES LA X EN LA DECLARACIÓN DE LA RENTA

Atención religiosa: 315.000 niños que reciben el Bautismo cada año.
Más de 120.000 parejas que se han casado por la Iglesia en este año.
10 millones de católicos que asisten a Misa cada domingo.
Cientos de miles de voluntarios que colaboran en acciones pastorales.

La Iglesia atiende también a:

Cerca de 1.400.000 niños que asisten a centros educativos de la Iglesia.
Más de 200.000 inmigrantes en distintos Servicios y Centros.
Los privados de libertad de 77 cárceles españolas.
-Más de 50.000 niños y jóvenes de educación especial.
Más de 25.000 huérfanos.
Más de 57.000 ancianos.

La Iglesia trabaja a diario en:

Más de 200 centros hospitalarios, ambulatorios y dispensarios.
876 casas para ancianos, enfermos crónicos, inválidos y minusválidos.
Cerca de 900 orfanatos y centros para la tutela de la infancia.
Más de 300 guarderías.
365 centros especiales de educación o reeducación social.
144 centros de caridad y sociales y 300 consultorios y centros para la defensa de la vida y la familia.
147 países donde están cerca de 18.000 sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares en misiones.