El Papa ya está con los jóvenes de la JMJ

El Papa ya está con los jóvenes de la JMJ

El Santo Padre ha llegado a Madrid y ha sido recibido en el aeropuerto de Barajas por un numeroso grupo de peregrinos de la JMJ, por los obispos españoles, miembros del gobierno y de la políticas españolas y por su Majestad el Rey Juan Carlos quien, en su intervención de bienvenida, ha recordado de modo caluroso la figura del Papa Juan Pablo II. Ha asegurado que Madrid acoge con los brazos abiertos a todos estos peregrinos. “La juventud española nos inspira sentimientos de orgullo y de confianza en el porvenir”, ha recordado el monarca español, aunque también ha señalado la profunda crisis de valores que se atraviesa y la necesidad de ejemplos.

El Santo Padre agradeció el recibimiento y las palabras del Rey. Recordó a todos los que han colaborado a que este encuentro “se desarrolle felizmente y obtenga frutos abundantes”, a las instituciones, a las diócesis, a las parroquias, a las familias de acogida.

Ha subrayado que, como sucesor de Pedro, ha venido a Madrid “para anunciar que Jesucristo es el Camino, la Verdad y la Vida” y “para exhortar a los jóvenes a encontrarse con Cristo Amigo”. Y ha preguntado “¿Para qué ha venido esta gran multitud de jóvenes a Madrid?”. La respuesta la deberían darla ellos mismos, se ha respondido. “Aquí en esta jornada tienen una ocasión privilegiada para poner en común sus aspiraciones”, una oportunidad para “Animarse mutuamente en su camino de fe y de vida”.

Benedicto XVI ha señalado que la JMJ es “una brisa de aire puro y juvenil”, que da esperanza al futuro de la Iglesia y del mundo.

Y ante el acoso a la fe el Santo Padre ha recordado que “No pocos, por causa de su fe en Cristo, sufren en sí mismos la discriminación, que lleva al desprecio y a la persecución abierta o larvada que padecen en determinadas regiones y países. Se les acosa queriendo apartarlos de Él, privándolos de los signos de su presencia en la vida pública, y silenciando hasta su santo Nombre. Pero yo vuelvo a decir a los jóvenes, con todas las fuerzas de mi corazón: que nada ni nadie os quite la paz; no os avergoncéis del Señor”.

Ha recordado el gran bagaje cristiano de España vivo en su fe y que ha fructificado en sus santos y, recordando a los misioneros, “en los numerosos hombres y mujeres que dejando su tierra han llevado el Evangelio por todos los rincones del orbe”

Tras enviar a todos los amigos de Madrid y de España ha concluido con un “Pido a Dios que bendiga y proteja siempre a los hijos de España”.