FIESTA DEL CRISTO: Saluda 2011

Llegan las fiestas de nuestro pueblo y tengo ganas de pasear.
Me he puesto en camino y he transitado por nuestras calles.
Me he encontrado con muchas obras, casas arregladas, casas nuevas.
Todo me hablaba de un pueblo con ganas de mirar al futuro.

Saludé a mucha gente que era la primera vez que veía. Gente nueva.
También a aquellos que no fallan en agosto. No se pierden la fiesta.
Otros eran niños, y algunos bebés en sus carros. Esperanza cierta para todos.

Me pateé las calles de los mayores. Son la memoria viva de nuestro pueblo.
Pregunté por la salud a los enfermos. Seguro que poco a poco la cosa irá mejor.
No faltó el recuerdo de aquellos que están en paro. Seguro en un futuro aparecerá algo de trabajo.

Y en la Plaza Mayor. Me acordé de los que no están, de esos que son amigos.
De aquellos que un día despedimos. Magnos peñeros y grandes personas.
Por eso me bajé hasta el cementerio. Campo santo donde permanecen los buenos recuerdos.
Allí elevé una plegaria. Y al hacer oración recordé a nuestro Cristo.

Y subí hacia el templo. Y allí me puse bajo su presencia.
Fui hasta su altar.  Y lleno de entusiasmo me puse a cantar.
Mi melodía entonaba perdón, misericordia, olvido, fraternidad.
En nuestro pueblo falta algo de perdón. Un poco de olvidar ofensas.
Nuestro Cristo, cargado de nuestros orgullos en cruz, me lo recordó.

 Es tiempo de mirar al Cristo, de dejarse llenar por Él
De ir a la novena. Y colaborar en la solidaria Tómbola de Caridad.
Es tiempo de saludar, de pasear por donde algún día dejaste de pasar.
Es turno de renacer, de invitar a los amigos a alguna copa y brindar por los demás.
Y es la hora de emprender nuevos proyectos y de torear los tiempos de la crisis.
Ahora toca salir a hombros por la puerta grande de la ayuda y la fraternidad.

Somos un pueblo y aquí todos a una.

Que nadie pase necesidad. Que todos hagamos fiesta.
Aquí no falten proyectos, y manos que quieran llevarlos a cabo.
Que el Santo Cristo sea nuestro motivo de unión.
Aquí no sobra nadie, todos son bienvenidos.

 Sigo de paseo y he llegado a la fiesta.
Ahí siguen las peñas, los toros y la verbena.
Nuestro Cristo marchará a su casa. Y nadie debe faltar.
Él no se marcha para siempre, vivo y real cada domingo volverá.
Hagamos fiesta brindando por el Señor, y a voz en grito demos vivas en su honor.

 ¡Viva el Santísimo Cristo del Sahúco!
¡Viva su Santísima Madre!

Vuestro cura:
José Joaquín