Mi peña: invitado quedas

Mi peña: invitado quedas

Saludo especialmente en esta tarde, al Sr. Alcalde de Peñas, Antonio Serrano, y a la corporación municipal. Tenéis otros cuatro años para seguir trabajando por nuestra gente y por el progreso de nuestro pueblo. Agradezco públicamente otro año más, como en otras ocasiones y en años anteriores, todo el esfuerzo del ayuntamiento por mejorar y engrandecer todo lo que lleva consigo la fiesta del Cristo del Sahúco y también toda la colaboración y ayuda que prestáis a nuestra parroquia. Gracias.

 Saludo, al consejero de educación y cultura de la Junta Marcial Marín, al presidente de la diputación Francisco Javier Nuñez, a la senadora Encarnación Naharro, felicitaciones también por esa merecida calle a vuestro padre que tan querido es en este su pueblo de peñas  y a todas las demás autoridades civiles y también autoridades militares,

 Saludo muy cariñoso a las peñeras de honor de nuestras fiestas. Ayer recibí con sorpresa, emoción y gran alegría las palabras que me dirigíais en vuestra coronación. Estoy tremendamente agradecido por vuestras palabras y aprecio. ¡Muchas gracias!

 Saludos a todos los que os habéis acercado hasta este último rezo de la Novena. ¡Sed bienvenidos todos!

 En muchos discursos de nuestra fiesta oigo preguntarse a más de uno ¿qué serían las fiestas de nuestro pueblo sin las Peñas”. La respuesta la sé al igual que todos vosotros. Pero no es este el objetivo de mis palabras sino todo lo contrario, hoy quiero invitaros a mi Peña.

 Sí, el cura tiene su Peña y os quiere invitar a ella. Una Peña con mucho ritmo, una Peña donde no falta la alegría, la sonrisa, y las ganas de vivir. Una Peña donde no sólo se habla de Dios, y donde no nos ocultamos ni nos encerramos en ghetos como algunos quieren obligarnos hacer aunque sea con amenazas o insultos. Mi Peña está abierta al mundo, se relaciona con todos, habla de Dios, de política, de salud, de educación, de valores, de cultura, de fútbol, de mejoras en el pueblo, de pobreza, de patrimonio, de marginación, de justicia, de solidaridad, En mi Peña hablamos de todo pues estamos en el mundo y con los pies en el mundo.

 Pero es… una Peña diferente, pues es una Peña tocada y fundada por algo más que las personas. Es una Peña donde todos caben y todos son importantes. En mi Peña no miramos la renta, ni la cuenta corriente, ni el carnet de la ideología. Una Peña de mil puertas y todas ellas abiertas. En mi Peña intentamos querernos y aceptarnos.

 En mi Peña hay gente que se dedica a que todo este limpio y arreglado, cuidamos del local con esmero. Otros tienen la misión de ayudar a los que están más débiles, o olvidado,, los que no tienen recursos, o tienen mayores dificultades. En mi Peña intentamos que todo el que acude pidiendo ayuda la encuentre. Otros se dedican a acompañar a los pequeños y niños. Y es que en mi Peña no hay edad para estar, nadie es pequeño ni grande. Todos son escuchados y atendidos. En mi Peña incluso nos acordamos de los enfermos y aunque no acudan a los encuentros, los tenemos presentes y siguen siendo de la Peña.

 En mi Peña, no hay cuotas, ni hay que pagar para estar dentro. Nos ayudamos unos a otros, cada uno desde sus posibilidades. Nos sentimos responsables de la Peña y por eso cuidamos de ella y aportamos pero siempre con gratuidad, generosidad y desde la conciencia de cada uno.

 En la Peña en la que estoy, y a la que os invito se quiere a los jóvenes, se apuesta por ellos. Se les proponen caminos de verdad. En mi Peña no ofrecemos a los jóvenes botellón, vicios, alegrías pasajeras, fiestas gogos mojadas de espuma ni tampoco les damos lo que pide o reclama la mayoría.  En esta peña en la que estoy se trabaja con y por los jóvenes, se cuenta con ellos, se les anima, se les proponen actividades, se les escucha, corrige y se les da motivos para vivir una verdadera alegría.

 En mi Peña también tenemos errores. No los ocultamos. A veces no hacemos lo que decimos. Otras somos egoístas. Somos débiles y hacemos muchas cosas mal. Lo sabemos y así lo reconocemos. Pero en esta peña en la que estoy aunque te equivoques se te sigue querido y aceptando. Y siempre se te motiva a mejorar.

 En mi Peña queremos y cuidamos del santo cristo del Sahuco. Lo primero es él y lo que representa. Después lo demás. Es él el que camina delante y por eso es prioridad en la Peña. En mi Peña luchamos por mejorar la tradición del cristo, proponemos mejoras, buscamos ayudas de aquí y allá.

 La Peña en la que estoy sigue reclamando el arreglo de la cubierta de la Casa del cristo. Un convenio que se viene reclamando desde el 2001. Hace un mes presentamos un proyecto de su arreglo a la Conserjería de educación, ciencia y cultura de la Junta y esperamos que sea uno de los proyectos que se puedan realizar entre los convenios entre la Junta y la Iglesia  en el próximo curso. Por lo menos para que el mucho dinero que nos hemos gastado en el proyecto no quede en saco roto. Y después de esta obra podremos por fin pintar la casa del cristo. Nuestro cristo tendrá el lugar digno que se merece como lo es este templo de peñas, joya de nuestro patrimonio nacional.

 En mi Peña no buscamos el lujo, ni el presumir, sino tan solo cuidar lo nuestro. Nos gustan las cosas dignas, como bien se merece nuestra historia y lo que somos. Por eso invertimos en cultura y en cuidar nuestro patrimonio.

 Esta es mi Peña, una Peña que camina los pasos del Cristo, que ora y reza, que baile y ríe, que es solidaria y caritativa, que está cerca de los problemas de la gente, y siempre abierta a todos. Mi Peña mola, y sabe hacer fiesta.

 En mi Peña el centro es Cristo, por eso queremos vivir arraigados y edificados en Cristo del Sahúco. Firmes en la fe. La Peña a la que pertenezco se llama Iglesia, se llama parroquia.

 Invitados quedáis. Aquí todos cabemos. Aquí nadie sobra.

 A todos,… ¡Felices fiestas en honor del Cristo del Sahuco!