A los andarines se pide que sigan la tradición

A los andarines se pide que sigan la tradición

La vestimenta de los andarines se compone de zapatillas deportivas, sustitutas de aquellas de suela de esparto de tiempo atrás, pantalón blanco que sustituye a los antiguos “calzoncillos pulgueros”, y camisa blanca, sujetos por fajas multicolores (rojas, azules, negras,...) sobre las cuales se aprieta un gran cinturón de cuero que protegerá los riñones durante la carrera. Algunos andarines intercalan entre el cinturón y el cuerpo pequeños trozos de teja para evitar el “mal de ijá”. En la cabeza llevan pañuelos anudados para evitar que el sudor resbale sobre los ojos y la cara. Muchos de ellos llevan sujetos con el pañuelo tallitos de alhábega y otras hierbas olorosas.

Después que el Cristo es depositado en su caja en forma de cruz y alzado a hombros por la primera pareja nombrada por el santero. Se inicia la carrera entre aplausos de la multitud y los tradicionales vítores de ánimo a los andarines:

¡Viva el Santísimo Cristo del Sahúco!
¡Vivaaa!
¡Viva su Santísima Madre!
¡Vivaaa!

Y la voz del santero, grave y ronca:
¡Palmas gandules!

Estos gritos y vítores también son dichos por los andarines a lo largo de la carrera para animarse y marcar el ritmo de la carrera. En los años mil novecientos sesenta y setenta se utilizaban mucho las expresiones ¡siga el Santo! y ¡adelante el Santo!.

A lo largo de la marcha se producen tres paradas: el Pardalejo, la Rambla y el Puente La Solana. En cada una de ellas, señaladas por sencillas cruces, las gentes de los caseríos y pueblos cercanos se congregan para ver al Cristo y besar sus pies. Los andarines descansan y beben agua.

La figura del “santero” destaca por su importancia entre todos los andarines. Tiene la misión de ordenar, vigilar y dirigir la carrera hasta llegar a su destino. El santero enumerará las parejas, esto es, el grupo de cuatro andarines de cada relevo, y ordenará las “uncías” (relevos) en el trascurso de la marcha y dará, si es posible, solución a cualquier problema que surja. El santero y el párroco o el delegado designado para ello son los que organizan el buen funcionamiento tanto de la traída como de la llevada del Cristo. El santero es un representante del párroco y a éste último le corresponde la designación del siguiente santero.

Los agentes de la autoridad y los colaboradores del Ayuntamiento se encargan de la buena marcha de la Romería, de los asuntos administrativos y civiles. Sus indicaciones deben ser respetadas y seguidas en todo momento.

Desde muy antiguo, han participado caballos en la traída y llevada del Santo Cristo. Las motos, coches u otros vehículos similares nunca deben acompañar al Santo Cristo, y menos sin permiso de la parroquia y autoridades del orden.

Detrás de los andarines, va un autobús que hace las funciones de coche escoba. A él se puede acudir en cualquier momento en caso de alguna necesidad.

Los horarios de las celebraciones suelen ser:

  • Lunes de Pentecostés, misa en El Sahúco a las 5 de la tarde
  • 28 de agosto, misa en Peñas a las 6 de la mañana

ANDARÍN, NO SIGUES LA TRADICIÓN SI...

  • Llevas pantalones cortos o camiseta de tirantes, hasta el ombligo...
  • Pantalones o camisetas de color distinto al blanco
  • Vas por delante del Cristo durante la carrera y entras antes que él en la llegada
  • Utilizas moto, coche, u otro vehículo para hacer la carrera
  • Si molestas a otros andarines tanto por tu comportamiento como por tus modos al hablar o actuar
  • Si blasfemas e insultas

ANDARÍN, SÍ SIGUES LA TRADICIÓN SI...

  • Sigues las indicaciones del santero y del delegado parroquial
  • Participas en la misa de despedida y en los actos religiosos en honor del Santo Cristo
  • Ayudas y animas a los compañeros en apuros
  • Guardas tu puesto en la carrera y das el relevo a su debido tiempo
  • Corres sereno y en condiciones normales
  • Vives con fe la celebración