Benedicto XVI: Dios “me ha elegido, no por mis méritos, sino por su bondad”

Hoy 11 de febrero se ha hecho pública la noticia de la renuncia al ministerio de San Pedro por parte de Su Santidad Benedicto XVI, con unas palabras en latín durante el consistorio en el que anunciaba la canonización de los mártires de Otranto. Este pasado viernes, dirigiéndose a los alumnos del Seminario Mayor de Roma, parecía anunciarlo al explicar lo que significa la vocación sacerdotal: “Dios me ha querido cristiano, católico, me ha querido sacerdote. Dios ha pensado en mí, me ha buscado entre millones, entre muchos, me ha visto a mí y me ha elegido, no por mis méritos, que no existían, sino por su bondad”. Palabras que recuerdan las pronunciadas en el momento de su elección, como un “humilde trabajador de la viña del Señor”; así ha sido todo su pontificado y así ha querido que sea el final del mismo.

Desde la Parroquia de Peñas agradecemos al Papa el ministerio que ha ejercido en favor de toda la Iglesia, el impulso que le ha dado y su espíritu misionero. Sin grandes declaraciones, ni mucho alarde, el Papa Benedicto XVI ha dejado muy marcado a la Iglesia el camino que debe seguir en este inicio del siglo XXI: el trabajo constante, callado, humilde, cotidiano… para vivir la fe en Cristo, presente en su Palabra y en los sacramentos, especialmente la Eucaristía, que nos lleve a los cristianos a una nueva evangelización y a un nuevo impulso de la misión ad gentes.