Hoy Jornada de Ayuno y oración por la paz

Hoy Jornada de Ayuno y oración por la paz

El Papa Francisco ha convocado para hoy una jornada de ayuno y oración por la paz en Siria.

Culminando su audiencia general, el Santo Padre renovó su apremiante llamamiento en favor de la paz y su invitación a participar en la jornada de ayuno y de oración por la paz en Siria, en Oriente Medio y en el mundo entero.

En particular, dirigiéndose a los fieles de lengua árabe, especialmente a los provenientes de Irak, Jordania y Egipto, el Papa alentó a «unirse siempre a Cristo, edificando su Reino con la fraternidad, el compartir y las obras de misericordia». «¡La fe es una fuerza poderosa capaz de hacer que el mundo sea más justo y más bello!», exclamó el Obispo de Roma y alentó a ser «una presencia de la misericordia de Dios y a testimoniar al mundo que las tribulaciones, las pruebas, las dificultades, la violencia y el mal no podrán derrotar nunca a Aquel que derrotó la muerte: Jesucristo».


Este fue el llamamiento del Papa invitando a la jornada del sábado, 7 de septiembre, víspera de la Natividad de María Reina de la Paz:
 
«El próximo sábado viviremos juntos una jornada especial de ayuno y de oración por la paz en Siria, en Oriente Medio y en el mundo entero. También por la paz en nuestros corazones. Porque la paz empieza en el corazón. Renuevo mi invitación a toda la Iglesia a vivir intensamente este día, y, desde ahora, expreso mi gratitud a todos los hermanos cristianos, a todos los hermanos de otras religiones y a los hombres y mujeres de buena voluntad que se quieran unir, en los propios lugares y modos, a este momento. Exhorto en particular a los fieles romanos y a los peregrinos a participar en la vigilia de oración, aquí, en la Plaza de San Pedro, a las 7 de la tarde, para invocar del Señor el gran don de la paz. ¡Que se eleve fuerte en toda la tierra el grito de la paz!»
Con Cristo, acogida, fiesta y misión

«La Jornada Mundial de la Juventud nos recuerda la gran noticia de la historia: que somos amados por Dios, que es nuestro Padre, y que Jesús ha venido a salvarnos», destacó el Papa, reanudando sus audiencias generales, después de la tradicional pausa del verano romano. Recibido con grandes muestras de cariño en la Plaza de San Pedro, dio comienzo a su encuentro semanal con miles de fieles romanos y peregrinos, que acudieron para recibir su bendición y escuchar su catequesis. Catequesis que el Santo Padre dedicó a la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro. En esta audiencia general, la número 15 de su pontificado – la última fue la del 26 de junio pasado – el Obispo de Roma hizo hincapié en la importancia de la JMJ, con su profunda gratitud a Dios y a Nuestra Señora Aparecida, por haberlo acompañado en esta peregrinación y primer viaje apostólico internacional. Poniendo de relieve también la importancia de la Virgen conocida con esta advocación, para la Iglesia en Brasil y en América Latina, y evocando el viaje que realizó su amado predecesor Benedicto XVI. «Vayan y hagan discípulos de todas las naciones», con el lema de este gran evento de fe, que nos recuerda la gran noticia del amor de Dios, que nos envió a su Hijo Jesús, el Santo Padre alentó a llevar la luz de Cristo a las periferias de la existencia. Para resumir la bellísima experiencia de Río de Janeiro, el Papa propuso tres palabras: acogida, fiesta y misión.