• josé valtueña

PEÑAS CON SOR PILAR MIURA

PEÑAS  CON SOR PILAR MIURA

Doy gracias a Dios por esta experiencia. La muerte de Sor Pilar Miura me ha servido para comprender mejor la historia de las Hijas de la Caridad en nuestro Pueblo. No es fácil para un recién llegado hacerse a la idea de una realidad desaparecida, aunque ésta esté latente y  en los corazones de peñeras y peñeros.

El autobús salía puntual , a las 5,30 de la Plaza de Peñas de San Pedro, no muchas personas... apenas veinte. Pero qué  veinte... representantes de miles  de corazones agradecidos a Sor Pilar y a las Hijas de la Caridad.

A las 6 tal y como estaba previsto, el Autobús de nuestro amigo Juan González llegaba a la puerta de la CEDES en Albacete. Allí se nos uniá otro grupito de personas.

Don José Joaquín nos ayudó a centrar el viaje: Era una acción de gracias!!! no podríamos ,seguramente, evitar las lágrimas, pero teníamos que tener claro que la vida de Sor Pilar había sido un gran regalo. GRACIAS !!! era la palabra que debía repetirse en nuestro corazón.

El viaje entre sueños y charlas, aprovechando para estrechar lazos, para conocer, para estar... ¡qué poco tiempo tenemos para estar!

Llegamos a la Casa de las Hijas de la Caridad de General Martínez Campos de Madrid. Nunca había estado y... me sentí en casa. De fondo, el Rosario, que parecía anunciar lo inminente de la despedida... una habitación sencilla... Sor Pilar, dormida para nosotros, tocaba castañuelas de gloria en La Gloria...

Dos coronas de flores la acompañaban: Excmo. Ayuntamiento de Peñas de San  Pedro y Parroquia de Peñas de San Pedro... y Juan Miguel, cura que fue de las Peñas, y José Sarrió, cura hijo de las Peñas...

Sobre el frío cristal del ataud, el calor del sudario rojo del Cristo del Sahuco: amante y Amado... amada y Amante unidos, ahora sí ,para siempre.

El cuerpo, frío por la muerte inevitable, evocaba y transmitía la alegría vivida, la paz de la que fue templo... el blanco de las manos... pureza, entrega... TUYA SOY SEÑOR!!! TUYA SOY!!

Pensé: no te conocí Sor Pilar, pero estos sí... no crucé palabra contigo , pero estos sí... Eso tenemos en común... a estos!! A peñeros y peñeras... a Peñas de San Pedro. Ayúdame, ahora que puedes desde el cielo, a entregarme a ellos como lo hiciste tú. Ayúdame a vivir con tu alegría... Ayúdame Sor Pilar... ayúdame..

Pasamos a la Capilla . 8 curas ( Dos Paúles de Madrid, Don Juan Miguel, Don José Sarrió, Don Matías, Don José Joaquin, Don Juan Molina y un servidor) concelebrando la Misa de despedida... emotiva... muy emotiva...

 Pilar Floro, con el corazón de par en par nos habló de amor: el amor de SORPI, como ellos la llamaban. Un rosal blanco estuvo sobre el altar: Lo plantaremos en el Castillo de Peñas, a los pies de la Milagrosa decía Pilar... Un Cirio Blanco: Lo encenderemos en las fiestas importantes en tu memoria... Unas espigas de nuestra tierra... se fueron contigo, en tus manos, junto al rosario y la imagen de tu Cristo del Sahuco. 

Don Juan Miguel nos habló también... tantos años como Párroco de este pueblo dan para mucho. Muchas horas de trabajo junto a la Hermana Miura.

Lejos quedaba el cementerio Sacramental de San Justo.. frío, muy frío... y allí pusimos el cuerpo... el alma también estaba: se unió a nuestros cantos: Himno del Cristo del Sahuco, himno de la Virgen de la Esperanza, himnos de alabanza, de acción de gracias, de esperanza, de vida eterna...

Hubieramos querido tenerla aquí, y ella también quería. Quién sabe???

La piedra gris se alegró con el color de las flores... un clavel:  un corazón peñero agradecido. Había muchos claveles, pero faltaban... quizá no hay bastantes  claveles para representar todo lo que te agradecemos lo  hecho por nuestro pueblo querida Sor Pilar.

Volvimos... tristes pero esperanzados. En el autobús Sor Dolores Montrull nos dio las gracias. No, Sor Dolores: gracias a ti y a las tuyas... a tus hermanas y las nuestras, a las Hijas de la Caridad, a Sor Pilar...

 He querido poner en la galería de fotografías algunas imágenes que pueden servir para localizar el lugar donde está enterrada Sor Pilar , por si alguien quisiera ir. También como recuerdo para los que nos hubieran querido acompañar y no pudieron hacerlo.