• José Valtueña

Restauración del Confesionario

Restauración del Confesionario

El día 8 de Diciembre, dentro de justo un mes, comienza el año Jubilar extraordinario de la Misericordia.  Será un tiempo en el que aprenderemos y vivireos  muchas cosas, y aunque no es exclusivo, el Sacramento de la Reconciliación tendrá una gran importancia.

Por ese motivo, durante este año de la Misericordia, tendremos un espacio especial  en la Parroquia al que denominaremos "Capilla de la Misericordia". En esa capilla, entre otras cosas colocaremos el único confesionario que en la actualidad quedaba en la iglesia. Los otros dos, al estar infectados por la carcoma, se trasladaron a la ermita de San Antón, donde esperan su restauración si fuera posible, o su destrucción total.

El Confesionario, ahora en proceso de restauración, es el más antiguo y de valor de los que tenemos, por eso hemos comenzado su restauración y redecoración.

La restauración como sabeís, consiste en devolver al estado original. La redecoración consiste en alterar el acabado del mueble, respetando estructura y elementos principales.

En el caso de este confesionario, hemos iniciado el proceso con el refuerzo de la estructura, fabricando en primer lugar una base de madera para el suelo, que le dará estabilidad y firmeza. Algunas piezas como son los apoya brazos de los penitentes, se han fabricado nuevos.

Se ha fabricado una banqueta fija para el confesor, la cuál o bien había desaparecido con el tiempo, o bien nunca existió.

El proceso de restauración terminará con la aplicación de un tratamiento anti carcomas, enmasillado y sustitución del sistema eléctrico.

La redecoración consistirá en hacer desaparecer la pintura original, de color marrón casi negro, muy deteriorada y  sin ningún valor artístico, para dejar visto el color original de la madera, protegida por un barniz de barco.

Acabaremos el proceso con el dorado al mixtión de algunos de los detalles del confesionario.

La restauración hubiera sido costosísima de haberla encargado a un especialista, pero gracias a Mesías y Ángel Manuel la cosa se va a quedar en nada.

Al tratarse de una pieza de escaso valor artístico nos hemos atrevido a ello. No en vano, un servidor, se dedicó profesionalmente durante años a la restauración artística.

Gracias también al padre de Mari Carmen y suegro de Ángel Manuel, por la cesión del local donde estamos haciendo los trabajos.

En la sección de restauración  iremos  dejando momentos del proceso.